La teoría de la “masa crítica”, basada en el experimento de Watson, afirma que cuando un número determinado de sujetos alcanza un determinado conocimiento, este se expande a todos los miembros de la misma especie. Se basa en que de algún modo todos estamos interconectados.
(El experimento de Lyall Watson con la colonia de monos de una isla de Japón, donde algunos monos comenzaron a lavar en el río unas patatas antes de comerlas y empezaron a enseñar a otros monos jóvenes cómo hacerlo. Esta conducta se generalizó de forma sorprendente en otras islas, con las que no existía ningún contacto, y también aprendieron a lavar las patatas antes de comerlas)
¿Podría ser entonces que si un número importante de seres humanos fueran conscientes de su alimentación, se sintieran responsables de su salud física y psíquica, esto se extendería a una gran porción de la población?
Si un elevado número de personas ( el 1 % de la población) adquiere un nuevo conocimiento o una nueva forma de ver las cosas esto se propagará a toda la humanidad
Cuantos más seamos los que pensemos y sintamos de una forma determinada más influiremos en el cambio de nuestro mundo.
Pero sin ánimo de querer cambiar a nadie, ya que ese cambio ha de producirse en el interior de cada uno, y la libertad de los demás ha de ser sagrada para nosotros.
Ser conscientes en la alimentación es escuchar la sabiduría del Universo en la inteligencia natural del cuerpo.
Respecto a la alimentación muchos luchan por hacer una revolución para demostrar lo equivocados que están los otros, y luchan para que uno de los enfoques alimentarios sea el predominante (vegetariano, vegano, macrobiótico, etc.).
Pero la revolución consciente es interior. No se trata de lucha contra nadie, no se colabora en la cultura del miedo. El cambio anhelado es un cambio de conciencia, de pensamientos, basado en la observación y el no juicio.
Es una propuesta basada en un compromiso personal con la propia coherencia cardíaca, es decir,un compromiso de escucha a los mensajes del cuerpo y del corazón.
Un respeto al momento evolutivo que atravesamos, a las circunstancias que vivimos, en lugar de sentirnos disociados entre nuestros ideales y lo que realmente nos pide el cuerpo.
Es un proyecto personal que se materializa en acciones y no en simples ideales de lucha contra los diferentes.
Siente tu nuevo paradigma de vida para que sea real, pues si no hay emoción ni sentimiento, no hay cambio de creencia, y sin eso el cambio es puramente conductual y estará basado en la lucha interior, que desgasta la autoestima y requiere de grandes dosis de fuerza de voluntad agotadora. Los cambios surgen desde lo más profundo de nuestros corazones cuando son reales, cuando hemos modificado creencias y se ha producido un cambio de conciencia, y no desde los cambios puramente conductuales. Es un cambio integral de individuos conscientes.
Necesitamos hacernos conscientes de cuáles son nuestras creencias profundas sobre la alimentación, cómo hemos guardado la información relacionada con este tema, qué nos decían nuestros cuidadores y seres queridos en nuestra infancia y se ha quedado grabado en lo profundo de nuestro inconsciente, y tras ello podremos hacer actos conscientes de cambio y vivir otra vida más libre y elegida.
¿Vivo mi alimentación con coherencia emocional?
¿Lo que creo, lo que pienso, lo que digo y lo que hago al respecto está alineado? Puedo ser consciente y vivir en coherencia desde muchos enfoques alimentarios, no existe una sóla verdad.
La “Nueva Biología” o Epigenética nos dice que ya no somos víctimas de ningún programa genético, sino que con nuestras creencias influímos de una manera directa en el control que el cerebro físico ejerce sobre la fisiología corporal.
Según el biólogo Bruce Lipton los pensamientos son tan eficaces o más para alterar nuestra materia que las sustancias físicas, como la comida o los fármacos. Pero no son los pensamientos positivos y afirmaciones por sí solos los que causan las curaciones físicas, se necesita algo más. Vivir consciente y saludablemente, tener buenos hábitos de alimentación e higiene mental. Concentrarse en pensamientos vitales y positivos pero después de observar cuales son los negativos, los bloqueos, las angustias…
Sólo observando, integrando y atravesando la sombra pueden los pensamientos positivos y vitales aportarte algo más que un bienestar temporal. La mente consciente puede estar repitiendo los pensamientos positivos, pero…¿Y la mente inconsciente? La mente inconsciente es millones de veces más poderosa que la consciente. Por ello los deseos de la mente consciente no pueden ganar a las programaciones de la mente inconsciente.
Sólo cuando los penamientos se convierten en creencias en nuestro inconsciente es cuando tenemos efecto sobre la biología de nuestro cuerpo.
Tatiana Muñoz
Psicóloga y tutora de Alimentación Consciente en la Escuela de Desarrollo Transpersonal
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