¿Quién soy? ¿qué puedo hacer?...solemos encorsetarnos en nuestra propia definición, por nuestras vivencias y creencias. Hemos aprendido a ser de una determinada manera, desde una pequeña identidad, pero somos mucho más que eso.
Cuando conocemos los arquetipos de las Diosas, y descubrimos que toda su potencialidad está presente en nosotras, solo que de modo latente, nos sentimos libres para incluir nuevas formas a nuestro ser. Nos reencontramos con nuestra amplia feminidad.
Los arquetipos de las Diosas representan la totalidad de aspectos que viven en nosotras, unas de un modo más activo que otras, algunas como luces y otras como sombras.
Son patrones de nuestro Femenino Divino. Conocerlas, activarlas e incorporarlas enciende todo nuestro potencial hasta ahora latente.
Cuando empleamos la gran paleta de colores que tenemos somos más completas, dejamos el estrecho corset de la pequeña identidad con la que nos definíamos, y ampliamos nuestra idea del yo.
A medida que nuestra identidad crece, y el yo cada vez tiene unos limites más amplios, el ego se difumina al estirar tanto su “piel” que abarca al cosmos por completo. Y el paso para poder hacerlo es el amor grande a una misma. Atendernos, comprender todo lo que habita en nosotras y abrazarlo.
Vamos a aportar unas pinceladas de estas Diosas, que bien merecen ser investigadas con mayor profundidad. Recuerda que todas estas diosas son parte de ti, de tu gran potencial y de tu esencia como mujer.
Hestia, la diosa independiente que encuentra en el hogar la espiritualidad, nos activa las actitudes de presencia, paz y serenidad. Con ella conectamos con nuestro propósito en la vida, a través de la atención plena en lo divino cotidiano y el amor por la meditación.
Hestia es la diosa del hogar y de los templos. Su mayor cualidad es “sentirse completa en sí misma”, desapegada de los vínculos. Vive el hogar como un templo, y cada labor realizada como un espacio de atención plena en la vida cotidiana. Obtiene paz interior con cada cosa que realiza, no por la tarea en sí, sino por su actitud. Se siente al servicio de la vida y el universo, y por ello vive en el “tiempo kairos”: se funde en las actividades sintiendo la plenitud de estar en un estado de flujo.
Para Hestia su identidad, su ego, no es importante. Está conectada con su centro interno, con ese “punto tranquilo” que da sentido a lo grande y pequeño de la vida. Su presencia da calor y luz a quienes la rodea, por su conexión espiritual. A Hestia se la representa como un circulo sagrado, con un fuego central
Con Hestia incorporada en nuestra personalidad la vida adquiere sentido
Artemisa es la diosa de la luna y de la vida natural y es la personalización del espíritu femenino independiente que no necesita estar en pareja para sentirse plena y completa. Es un símbolo de integridad, de autoconfianza en nosotras misma.
Ella es prácticamente inmune a su propio dolor y al enamoramiento, y se centra en ayudar a otras mujeres (a las que considera hermanas) que requieren de su apoyo.
Gracias a la concentración y claridad de los objetivos del arquetipo de Artemisa encontramos la forma de resolver los obstáculos que nos impiden desarrollar todo nuestro potencial. Nos conecta con la voz de nuestro instinto y con nuestra cíclica naturaleza femenina
Artemisa es la guerrera con arco de nuestro interior que es capaz de apuntar hacia cualquier meta. Es nuestra mujer salvaje y cazadora, que nos otorga la capacidad para concentrarnos intensamente en nuestros objetivos, aunque ello nos pueda hacer distante emocionalmente de los seres que nos rodean
Atenea es la diosa de la sabiduría y la artesania
Incorporaremos con su arquetipo de “adulta sensata” la lucidez, la paciencia, la disciplina, la concentración, la claridad estratégica de pensamiento y la adecuada gestión de las emociones.
La enorme sabiduría de Atenea es enormente práctica y lógica. Ella visualiza con templanza la situación de un modo global. Es capaz de dar al “pause” a sus emociones, tomar perspectiva y planificar los pasos necesarios para lograr el objetivo.
Mantiene el equilibrio incluso en las tormentas emocionales. Valora el pensamiento racional, la diplomacia, el dominio de la voluntad sobre el instinto y la naturaleza ( al contrario que Artemisa)
Hera, la diosa del compromiso
El arquetipo de Hera nos proporciona la capacidad de vincularnos, de ser leal y fiel, de soportar y sostener las dificultades.
Cuando Hera está activa en nosotras podemos sentir la urgencia de encontrar una pareja significativa con la que comprometernos. Sin Hera, podemos ir de relación en relación, abandonando ese vinculo cuando surgen las inevitables dificultades o cuando pasa la fase inicial del enamoramiento. Con Hera podemos abrir nuestro corazón, confiar y no temer ser vulnerable
Hera, como Diosa del matrimonio, nos lleva a trascender e ir más allá del amor romántico o Eros. Ella nos aporta el recurso de dar a la relación una dimensión sagrada y más completa.
Su fuerza consciente nos permite casarnos con nuestros sueños, ser perseverantes en los compromisos para superar lo bueno y lo malo del camino, atendernos a nosotras mismas y darnos lo que nos hace bien.
Deméter, la diosa madre
Deméter, la diosa de las cosechas, es el arquetipo de la gran madre compasiva y amorosa. Representa el instinto maternal, no sólo a través del embarazo y la crianza, sino en el suministro de comida, y el alimento psicológico o espiritual a los demás
A través del arquetipo de Deméter conectamos con las actitudes de paciencia, compasión y generosidad. Además nos convertimos en madres nutridoras de nuestra niña interior. Nos entregamos amorosamente, mimando y cuidando nuestra alma y a los seres que nos rodean
Perséfone, la hija y guía de lo profundo
Perséfone es la hija de Deméter y la reina y guia del mundo subterráneo. Representa la capacidad de ir y venir entre la realidad basada en el ego o persona (el que conocemos como mundo real) y el inconsciente y lo transpersonal (la conciencia, lo profundo la realidad arquetípica de la psique, las sombras, sueños y deseos).
Perséfone nos ayuda a mediar entre ambos, a integrarlos con destreza. Tiene gran habilidad para penetrar en el Reino de lo inconsciente. Los sueños, la fantasía, las visualizaciones son su misma naturaleza y las utiliza con gran destreza. A medida que madura y vive el proceso de enfrentarse a su parte oscura y afrontar sus propios miedos comienza a ser guía de otras personas, puede acompañarlos a observar y comprender sus zonas ocultas. Ella ha estado allí, lo ha vivido y por ello puede ayudar a los demás.
Perséfone representa la receptividad, la capacidad de estar abierta y flexible. A través de ella podemos cultivar la actitud mindfulness de la curiosidad (o mente de principiante )que consiste en experimentar cada momento y experiencia como si fuera la primera vez, con apertura mental ante lo que percibimos y experimentamos
Hécate, la comadrona interior
A Hécate, la diosa oscura y hechicera, se la representa con un cuchillo, símbolo de la decisión correcta y la voluntad, con una antorcha en la mano para alumbrar nuestras sombras, y unas llaves que nos abren nuevas puertas, caminos y transformaciones.
Hécate es una Diosa Oscura te invita a mirar muy dentro de ti, a hacer un profundo trabajo de introspección y de conexión con tu poder interno, tu intuición y tu mujer sabia. Ella te guía y te acompaña en el camino para que enfrentes tu oscuridad sin temor y así poder equilibrar tu vida, aceptando lo blanco y lo negro de tu esencia. Hécate es una comadrona interior que nos ayuda cuando damos a luz nuevos aspectos de nosotras mismas
Afrodita, la diosa del amor y la belleza
Es considerada una Diosa alquímica, la gran maga, que nos inspira para convertir en oro nuestras sombras. Ella sana por medio del Amor los corazones humanos y restaura su unidad con la existencia.
La maga es el arquetipo de quien conoce el amor transcendente, expandido, que abarca la tierra, los seres vivos, la materia.
Para ella todo es Conciencia y honra la misión de vida de cada ser. Ella vive en la presencia y toma la decisión diaria de ponerse al servicio de la vida a través de sus actos, sean pequeños o grandes.
Cuando incorporamos a Afrodita aceptamos ser el recipiente alquímico de la vida, que se haga a través de nosotras la voluntad del Universo.
Afrodita es la Diosa del Amor que sabe cómo quererse a sí misma. Ella nos muestra que si estás dispuesta a quererte lo suficiente y reconocer tu belleza puedes descubrir la profundidad de tu ser y el poder que habita en ti.
Afrodita colaborará con su alquimia para activar nuestra fuerza sexual femenina y con ello el potencial creativo. Conocer lo que representa nos permitirá contactar con la fuerza para cambiar y hacer una verdadera transformación. Incorporar su energía facilitará nuestro florecimiento, ayudándonos a amar y disfrutar de nuestro cuerpo
¿Cuál de las Diosas tiene el poder o las cualidades que necesitas para alcanzar lo que anhelas?
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