Los síntomas de un TCA son sencillamente la punta de un iceberg. ¿Qué hay debajo de esa punta del iceberg? ¿Qué oculta?
En los TCA, en la anorexia, bulimia y trastorno por atracón, existen muchos aspectos en común, aunque cada uno sea único.
La actitud terapéutica para sacar a la luz todo ese contenido inconsciente negado y bloqueado es la escucha amorosa. Desde ese gran respeto surgen el resto de recursos terapéuticos
¿Qué dolores congelados y escondidos habitan en ese iceberg?
Quizá una excesiva responsabilidad y exigencia, u ocupar un lugar en la familia que no le corresponde.
Puede que sea la falta de mirada autoacompasiva, o la adultización y rechazo de su niño interior. Podría estar presente el miedo y la falta de confianza en la vida (madre) lo que le lleva a la necesidad de controlar para estar a salvo, y se refleja en el control a la comida…
Los TCA tienen mucho que ver con nuestras relaciones con otras personas. Evitamos la necesidad de sustento humano y lo cambiamos por sustento alimentario. La alimentación emocional es una protección contra nuestro dolor y nuestra vulnerabilidad.
Un trastorno de alimentación busca la invulnerabilidad, ser totalmente autosuficientes de los demás, pero esto queda completamente tapado gracias a los síntomas. Sólo aparece en la superficie cuando la sintomatología disminuye. En esos momentos es habitual escuchar “me siento desnuda, como si cualquier cosa pudiera herirme”
La terapia es un proceso que no consigue resultados o cambios de la noche a la mañana, puesto que es necesario observar y comprender emociones y conductas que llevan allí mucho tiempo. Es necesario observar formas de pensar y comportamientos, modificar nuestros hábitos y programas mentales, que nos lleven a mostrar nuestro verdadero YO que ha quedado escondido tras todas esas capas de defensas al dolor.
Los trastornos de la alimentación sirven para ocultar los miedos, las vulnerabilidades, los secretos, la sensación de abandono y el temor a la dependencia.
La terapia sirve para volver al amor, a la confianza, a fluir con el Universo y poder conectar con nuestro propósito en la vida, que quedó oculto tras los síntomas. Los terapeutas le ponemos voz a su compasión, a su amor. Muchas pacientes dicen que después se hablan a sí mismas como nosotros les hablabamos en la terapia. Construyen un YO amoroso y protector desde el que hablarse, mirarse y darse consuelo, en lugar de tener sólo a la comida como protector.
Hay muchos métodos terapéuticos que conducen a la curación, y no son ni mejores ni peores. Son simples herramientas que han de emplearse según las necesidades de cada persona. La terapia eficaz es tan exclusiva como la huella digital. Hay que ser congruente con las necesidades y con la fase de la persona.
El objetivo final de la terapia es ayudarnos a pasar de un estado de alimentación reactiva, vulnerable al estrés externo , donde nos dejamos llevar por las circunstancias y las emociones, a una alimentación consciente y más libre que se adapta a las necesidades reales de nuestro cuerpo
Un primer paso es determinar si la persona con TCA necesita estructura y planificación con su alimentación o por el contrario un enfoque de “no-dieta”. Se puede comenzar por uno, dar un margen, y si no funciona cambiar al otro.
Valoraremos si es necesario que tome medicación para poder cambiar sus hábitos.
Se dice que todo cambio se logra avanzando dos pasos hacia delante y uno hacia atrás, y en los TCA esto es una gran verdad.
La curación es lenta, y no se da de manera lineal sino en forma de zig zag.
Recuperarse de un trastorno de la alimentación es como subir a una montaña: necesitas dar vueltas, subir y bajar, hasta que llegas a la cúspide. Y generalmente, casi antes de llegar arriba, se produce un agravamiento de los síntomas, perdiendo mucho peso, dándose más atracones o vomitando aún más. Es “la despedida”. Nosotros acompañamos, aceptando todas las maneras de subir la montaña, y acogiendo igualmente todas las etapas, las de subida y las de bajada.
¿Quieres que te acompañe en tu curación?
Alimentación Consciente
Comprende las necesidades únicas de tu cuerpo
La alimentación consciente, o minfulness de la alimentación, tiene como objetivo que nos relacionemos de manera equilibrada con la comida.
Sin duda todos hemos experimentado lo contrario, que es una alimentación inconsciente: comer de modo automático,comiendo sin preguntarnos si tenemos o no hambre, sin disfrutar el momento, sin pensar en lo que estamos comiendo.
La herramienta principal para ayudar a las personas a ser conscientes de lo que comen (algo que supone el 90% del trabajo) es la meditación .Cuando estamos llenos de consciencia y presencia entonces sí nos llenamos y podemos sentir satisfacción.
Vamos a aprovechar la comida como una puerta que tiene el potencial de despertarnos a una verdad más profunda sobre la vida. Y tenemos 5 oportunidades diarias al menos.
Recuerda que no se trata de presionar un botón para activar la alimentación consciente y, así, cumplirla a la perfección. Es algo que requiere constancia y entrenamiento
Se trata de adoptar unos enfoques de atención que te enseñan a relacionarte con la comida y contigo mismo, de un modo diferente. Sin hacer ningún tipo de dieta, consiste en ser consciente tanto de tus sensaciones físicas (hambre o saciedad) , de los mensajes de tu mente, y de tus emociones, para ser libre de elegir cuándo empezar y cuándo terminar de comer. Con la alimentación consciente encontramos en nosotros mismos la respuesta a la pregunta de cuánto y qué debemos comer.
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